Hoy en día existe un auténtico movimiento social que tiende
a mejorar nuestra vida interior.
Unos mejoran su calidad de vida, prestan atención al
reciclaje, hacen mindfullnes, meditación, yoga, encuentros con la naturaleza,
en definitiva millones de personas han optado por un estilo de vida que se
dirige a la obtención de salud y a la disolución del estrés y enfermedades crónicas.
Esta tendencia evolutiva
a mejor es una fuerza natural.
El ser humano se siente en unidad y completo cuando
evoluciona, cuando entrelaza sinérgicamente, metas físicas, mentales, emocionales
y espirituales.
Evolucionar es aumentar el flujo de energía.
Las formas de vida se alimentan con luz solar, lo que hace
que las plantas crezcan a través de la fotosíntesis.
Estudios recientes
demuestran que todos los seres vivos nos nutrimos también vía la luz solar,
un
ejemplo son nuestros ojos los cuales contienen 137 millones de fotorreceptores
para cada ojo, parte de esa energía luminosa
va a la corteza visual y una gran parte se dirige al hipotálamo que a su vez la
distribuye a la glándula pineal.
Nos hemos dado cuenta que es de vital importancia
considerar a nuestro cuerpo como nuestro mejor aliado porque nuestro cuerpo es
la conjunción de cientos de millones de células colaborando con un propósito vital.
Metabolizamos los alimentos, el aire, el agua, y nuestras
experiencias (cada experiencia se convierte en parte del sistema mente-cuerpo a
través de las vías bioquímicas complejas).
Acotamos hasta
llegar a bloquear la corriente de evolución cuando vivimos experimentando
sensaciones de; aburrimiento, pesadez, letargia, repitiendo cada vez más los
mismos hábitos, permaneciendo en nuestras zonas “confort”.
Por el contrario la
evolución contagia estados en los que estamos sintiendo; creatividad, ligereza,
fuerza, seguridad, entusiasmo, energía, ilusión, ganas de aprender, más
alertas, despiertos, dispuestos y emprendedores.
A nivel de evolución espiritual, esta se logra a través de
la expansión de conciencia.
La evolución se logra a través de la conciencia expandida,
a medida que desarrollamos este campo de conciencia pura.
Para ello uso la aplicación de programas como Visión
Evolución, Sobre Visión, recurriendo en su aplicación, a la naturaleza,
para que apoye nuestra evolución.
Cuando entramos en el mar que respira el canto vibrante del
planeta, o nos fundimos en la magna quietud de las montañas, o sentimos el éxtasis
de comunión con la existencia, contemplando un amanecer, es que estamos fusionándonos
con la Naturaleza a nivel de conciencia expandida.
Propongo a las personas hacerlo de esta manera; a través de
la luz que entra a través de nuestros ojos y la luz que sale de nuestro
interior; un circuito en retroalimentación constante.
Guillermo Peña A.
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