Conceptos
de salud, enfermedad y problemas de visión.
Los anuncios publicitarios constantes sobre fármacos y
medicamentos en televisión crean una conciencia colectiva que ve la enfermedad
como un estado normal del ser humano.
Barcelona. (Efe).- “Las multinacionales
farmacéuticas corrompen los sistema de salud y esconden que los fármacos son la
tercera causa de muerte del mundo, tras las enfermedades cardiovasculares y el
cáncer”. Gøtzsche, profesor de medicina y farmacología clínica de la universidad de Copenhague, ha comparado a las farmacéuticas con el crimen
organizado porque, en su opinión, capitalismo y salud casan mal. "No trabajan para mejorar la salud, sino para
obtener los máximos beneficios y para ello extorsionan, cometen fraude, violan la legislación y mienten",
ha denunciado.
Juan José Rodríguez Sendin, presidente de la Organización
Médica Colegial (OMC) comenta; “Por multitud de aspectos, los ciudadanos han
entendido que hay que tomar medicamentos aunque uno no esté enfermo, como quien
toma chuches, consumiendo cada vez más a medida que cumplen años. En algún
momento hemos olvidado el objetivo final de los fármacos y hemos incorporado la
medicación a nuestra vida, incluso, en los sanos”.
Estas masivas y
permanentes campañas gestionadas por empresas millonarias de la industria
farmacológica y alimenticia, están consiguiendo manipular a la sociedad humana
haciendo que sean consumidores crónicos, generando un fenómeno de contagio
social toxico que asimila la enfermedad como un estado común.
España es el segundo país del mundo en consumo de fármacos,
según datos de distintos estudios, entre ellos el de la Sociedad Española de
Salud Pública y Administración Sanitaria (2012).
El responsable de la OMC anuncia que; “la profesión médica también ha contribuido a esta hipermedicación de la
vida, la presión de la industria farmacéutica unida a la “escasez de tiempo” de
consulta, impide que el facultativo
puede dedicarse más al paciente, en muchas ocasiones conduce al camino más
fácil: la receta de un medicamento”
Eso genera un fenómeno
de toxicidad física y mental que afecta
a nuestra salud generando entre otras cosas enfermedades denominadas
psicosomáticas. La neuróloga en el hospital nacional de Londres Suzanne
O´sullivan declara; “de cada tres
personas que acuden al médico de cabecera una tiene síntomas sin ninguna
explicación médica. Hay
una clasificación no oficial para las dolencias y en ella los trastornos
psicosomáticos son los charlatanes de las aflicciones, nos burlamos de ellos.
Eso debe cambiar”…“Las causas,
generalmente, se deben al estrés general de la vida. Los problemas más comunes
son el dolor de cabeza, de estómago, de espalda, y la fatiga. La mente es capaz
de reproducir cualquier tipo de síntoma. Pueden aparecer a cualquier edad.
Los efectos son reales, es la mente la que
produce esta idea de enfermedad”
El gremio de la salud parece que está empezando a reaccionar “la medicalización de la vida daña a los
sanos”. Dr. medico Juan Gervás.
En un artículo del periódico La Vanguardia redacta lo
siguiente;
“A juicio del colectivo médico, es urgente limitar la
medicación de la vida diaria y acotar las intervenciones médicas y sanitarias
indiscriminadas y abogan por controlar la influencia de las farmacéuticas sobre
las necesidades de salud y los profesionales”.
La visión sigue bajo
constantes momificadas ofreciendo la misma sistemática de hace más de 80 años,
si la persona ve borroso desenfocado, los profesionales no preguntan a la
persona por las posibles causas que han provocado ese estado, que resulta que
es temporal, etiquetando a las personas con gafas y lentillas.
Así las personas
inconscientemente se convierten en apoyo propagandístico visual, a una industria óptica que se enriquece si nos mantiene como enfermos crónicos.
Esto es gravísimo porque conduce por inercia a impregnarse de creencias
limitantes de insuficiencia personal y de visión, generando enfermedades y
problemas de visión reales, una parte de los cuales pertenecen a problemas
psicosomáticos (como declara la neuróloga O´sullivan) y a toxicidad por estrés, mental, emocional, social,
ambiental, alimenticia.
Guillermo Peña A.
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