Hemos cambiado en muchas áreas de la vida, el
lenguaje de la gratitud por el discurso de la queja.
Nos quejamos de
todo, desde el clima, nuestra salud, nuestros puestos de trabajo etc,etc,etc
Hoy quiero agradecer con todo mi ser y alegría a mis ojos, por todo lo que me están aportando;
la posibilidad de ver maravillosamente, el que me dedique a ayudar a otras
personas a recuperar su relación con sus ojos y su vista.
Ojos, ojitos míos,
gracias de todo corazón.
Guillermo Peña A
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