El doctor Niels Finsen premio Nobel de Medicina estaba enfermo
de anemia, sentía una necesidad imperiosa de tomar el sol y se fijó en como los
animales buscan tomar baños de sol lo que le afirmo la convicción de que el sol
tiene un efecto útil y beneficioso en los organismo y para ello se dedicó a
investigar para dar una respuesta científica, tratamientos de la tuberculosis
mediante luz ultravioleta. Entre las muchas publicaciones de Finsen están “Sobre
los efectos de la luz en la piel.”
Siguiendo los pasos del laureado Dr. Finsen, el medico dr. Auguste Rollier fue el Helioterapeuta mas
renombrado. En su momento álgido coordinaba 36 clínicas en Suiza, situadas a
una altitud mínima de 1500 metros. El porqué de la altura es que la luz
ultravioleta aumenta 4 % cada 300 metros, por lo tanto, por ejemplo, a 1500
metros hay un 20% más de luz ultravioleta que a nivel del mar.
En 1930 existía documentación médica con pruebas testimoniales
de más de 165 enfermedades diferentes para las cuales la luz del sol resultó
ser un tratamiento beneficioso.
El poder curativo de la luz solar (HELIOTERAPIA) fue
favorecido por la comunidad médica Europea, consideraban que era el tratamiento
más exitoso para enfermedades infecciosas. Los estudios revelaron que exponer a
los pacientes a cantidades controladas de luz solar disminuía drásticamente la
presión arterial elevada, el colesterol, el azúcar en la sangre anormalmente alto en
los diabéticos, aumentando el número de glóbulos blancos.
Tras el deceso del carismático Dr Rollier y el dominio cada
vez más acaparador de la industria farmacéutica, la helioterapia cayo en
desuso, y, a partir de los años 1980 fue olvidada por el alarmista impacto propagandístico
del lobby de la industria de los protectores solares.
La luz solar estimula
la glándula tiroides para aumentar la producción de hormonas, lo que a su vez
aumenta la tasa metabólica basal del cuerpo. Cualquier persona que se pierde la
luz del sol se debilita y, como resultado, sufre problemas físicos y mentales.
Su energía vital disminuye a su debido tiempo, lo que se refleja en su calidad
de vida. Las poblaciones en países del norte de Europa como Noruega y
Finlandia, que experimentan meses de oscuridad cada año, tienen una mayor
incidencia de irritabilidad, fatiga, enfermedad, insomnio, depresión,
alcoholismo y suicidio que las personas que viven en las partes soleadas del
mundo. Sus índices de cáncer de piel también son más altos. Por ejemplo, la
incidencia de melanoma (cáncer de piel) en las islas Orkney y Shetland, al
norte de Escocia, es 10 veces mayor que en las islas del Mediterráneo.
La pandemia de visión más radical se encuentra en Asia, notablemente
la miopía, sobre todo en la población infantil, que prácticamente su
transcurrir diario no les permite de la toma de luz solar y hay extensos
estudios que demuestran lo necesario que es para desarrollar una visión sana y
una salud equilibrada.
El premio noble de medicina el medico Louis Ignarro afirma que
el organismo necesita de 5 a 30 minutos de exposición al sol sin protección, para sintetizar la vitamina D que necesita a
partir de los precursores químicos que se encuentran en la piel, lo cual
dependerá del tipo de piel, la latitud en la que se encuentre la persona (y,
por ende, la intensidad del sol), la presencia de nubes, la pantalla solar o la
vestimenta, entre otros factores. Se ha vinculado la deficiencia de
vitamina D con el cáncer de colon, así como con una susceptibilidad aumentada a
la presión alta, tuberculosis, esclerosis múltiple, trastorno mental y
enfermedades autoinmunes. Brinda efectos
protectores contra varios tipos de cáncer. Promueve la formación y
mineralización óseas. Reduce el riesgo de disfunción cardiovascular y ataques
cardiacos. Respalda la actividad saludable del sistema inmunológico y reduce
las infecciones.
Resumiendo; La helioterapia se usa desde la antigüedad para
mejorar la salud. Desde Grecia, Egipto, Roma, Babilonia, Asiria y Persia. Los
médicos facultativos de esta época consideraban que el sol era “la mejor
medicina del mundo“, actualmente según el centro de control y prevención de
enfermedades más de la mitad de la población tiene deficiencia de vitamina D. y
fijaros no es casual que más de la mitad de la población sufra de problemas de visión.
Así que a tomar el sol lo más asiduamente posible, con sentido común.
Guillermo Pa
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