Vivir en estados de ansiedad y miedos – da igual sus grado de
intensidad - lo que realmente hace es generar obstáculos infranqueables
aprisionando nuestros potenciales.
Literalmente; nos limita.
El poder oculto de estos estados de ansiedad radica en que
acabamos olvidando quien realmente somos, y acabamos creyendo que somos esa
persona limitada, inferior, que sobrevive a esos estados cada día, deseando
mansamente, un mañana mejor, sin realmente esperanza e ilusión de que así sea.
No aceptes nunca la persistente presencia de cualquier
estado negativo.
Estas fuerzas inconscientes aparecen en nosotros, pero
nunca debemos permitirles que nos definan.
La ansiedad en cualquier grado es un estado negativo.
La ansiedad y el miedo distorsionan nuestro sentido de la visión tanto
neurofisiologicamente como a nuestra capacidad de percepción global, de
profundidad de campo, de claridad.
No es un estado normal, debemos solucionarlo para recobrar
un estado de equilibrio.
Debemos preguntarnos qué es lo que provoca que respondamos
generando ansiedad ante estímulos exteriores, pensamientos autogenerados, y
porque nos provoca esta reacción.
Adentrémonos en un estado más profundo de conciencia,
formulándonos y respondiendo a preguntas de sentido común, desprendiéndonos del
carácter que nos hace sentirnos víctimas de las circunstancias y… de ese
carácter falso, que hemos ido creando nosotros mismos, y que es opuesto a quien
realmente somos.
Nota; Personas con niveles crónicos de ansiedad del -4 al 0
en la escala SUE de S. Hartmann necesitan terapia. De – 5 en adelante necesitan
ayuda.
Guillermo PA
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