La necesidad de vivenciar la paz interior es un elemento de
búsqueda de estímulos convergentes hacia la conexión interior y la paz personal,
a la que se están adhiriendo cada vez más personas en nuestra sociedad actual.
Para conseguirlo hay que trascender la bulliciosa actividad de la mente y
asentarse en una región más profunda; la zona de paz. Donde la quietud y la verdadera paz son una experiencia real.
La paz interior o Ahimsa moderno, es un estado carente de ira,
ansiedad, envidia, resentimiento.
Este dejar ir para obtener este rencuentro con nosotros
mismos, con nuestra unidad esencial, está ligado indisolublemente por la fuerza
coherente del amor.
Es necesario, entonces, conectar cada vez más a menudo con
estados de ánimo altos, experimentar eventos con espíritu; con energías
positivas.
Dejemos de desperdiciar nuestra energía con el desgaste de
la ira, el resentimiento, rabia, irritación, enfado, frustración, inseguridad y
el resto del equipaje del ego separatista, y centrémonos en dedicar más energía
para el amor, el crecimiento interior, y la creatividad.
Guillermo Peña A.
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